viernes, 9 de mayo de 2008

Diálogo entre un creyente y un ateo

Diálogo Entre un Creyente y un Ateo
Raúl y José, compañeros de trabajo, conversaban en el comedor de la empresa donde trabajaban, a la hora del "lunch":
- Yo no creo en Dios y nadie me hará creer- dijo Raúl- pierdes tu tiempo tratando de convencerme de lo contrario, José, ¡no creo en lo que no puedo ver!
- Dime una cosa Raúl, ¿conoces Paris?
- No, pero ¿por qué lo preguntas?, ¿qué tiene que ver con esto que estamos hablando?
- Bueno, no conoces Paris, nunca has estado allí...Nunca has visto Paris...¡Entonces Paris no existe!
- No digas tonterías José. No conozco Paris, pero hay mucha gente que sí lo conoce y muchas evidencias de que existe.
- Bueno, también hay muchas evidencias de que Dios existe. Mira, en este libro, la Biblia, hay tantas evidencias que hasta un ateo como tú, no puede negarlas, cuando las descubre.
- Si no creo en Dios, menos creo en la Biblia. Es un libro escrito por hombres.
- Es verdad, fue escrita por hombres elegidos por Dios, su autor intelectual. La Biblia es un libro sobrenatural Raúl, no es producto de la mente humana. Es el medio que usó Dios para revelarse al ser
humano. Es Su legado a la humanidad. ¡Es la autobiografía de Dios!, ¿cómo ves? Es el pedestal de la fe cristiana, en donde nos apoyamos para afirmar que Dios existe.
- Mira José, a mí un libro no me va a convencer. Yo necesito ver para creer.
- Bien, tienes solo dos opciones: creer o no creer. Eres libre de elegir. Pero, ¿quieres ver para creer?
- Por supuesto.
- Te voy a poner un ejemplo sencillo: si yo voy a esa puerta de enfrente, la puerta de la cocina, entro y cierro la puerta tras de mí...ya no me podrás ver, ¿no es así?
- Pues no.
- ¿Qué tendrías que hacer para verme?
- Pues abrir la puerta...
- Así es...para ver a Dios también necesitas abrir una puerta: la de tu corazón. Así de sencillo...aunque de tanto tiempo que la tienes cerrada ya ha de estar toda oxidada amigo...pero no importa. La Biblia
es la llave que ajusta perfectamente a esa puerta.
- Todo lo que me dices es muy difícil de entender.
- La Biblia también es una llave para abrir el entendimiento.
- ¡Vaya, parece que es una llave maestra, de esas que sirven para todo!
- Así es, abarca todas las áreas del ser humano....¿Por qué no pruebas?...¡Atrévete a descubrir las evidencias de la existencia de Dios en este libro!
- Está bien, solo para comprobarte que no hay nada aquí más que palabras, lo empezaré a leer esta noche...total, ¿qué puedo perder?
- Mmmm...pues sí que perderás algo...
- ¡Cómo! ¿Qué voy a perder?
- Tu incredulidad...y eso es lo único que cuando lo pierdes, ganas.
Pasaron algunas semanas y Raúl se había metido de lleno a la investigación de las Escrituras. Cuando tenía alguna duda consultaba con Raúl, inclusive aceptó la invitación a la iglesia donde éste se
congregaba. Al mes, Raúl recibió a Cristo como su Salvador.
Desde Martín Lutero, la Biblia ha sido la llave maestra que ha abierto los ojos, el corazón y el entendimiento a la verdad de Dios.
Tengámosla siempre a mano.
Así será mi Palabra que sale de mi boca; no volverá vacía, sino hará
lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para lo que la envié"
Isaías 55:11

1 comentario:

psicotiko dijo...

Ningún ateo que se precie de serlo llegaría a aceptar que la biblia por autodefinirse como verdadera lo es, sería como pensar que superman existe porque un comic me dice que es verdad, como me dijo mi compañero de trabajo a la hora de almuerzo: uno sabe que no es verdad porque no hay evidencias de ningún hombre que vuela, mi respuesta fue: támpoco hay evidencias de serpientes que hablen...