martes, 27 de mayo de 2008

Las Finanzas y tu Relación con Dios

En realidad, tenemos sólo un propósito para todo lo que hacemos en el tiempo de esta vida –glorificar a Dios-.

Si nuestra vida diaria no refleja ese servicio, no estamos sirviendo a Dios.

Hay una gran cantidad de servicio falso de parte de muchos que profesan servir a Dios pero en la realidad lo que pretenden es que Dios les sirva a ellos. Es verdad que ellos dan, pero siempre esperan que se les pague.

Ellos ayudarán al necesitado, pero es para que Dios no permita que ninguna tragedia le suceda a ellos. Esta lista se podría proseguir y, al hacerlo, sin duda algo se aplicaría a cada uno de nosotros. ¿por qué? Porque muy pocos, creo yo, entendemos la función que tienen las finanzas en nuestra vida espiritual.

Los principios financieros dados a través de toda la Palabra de Dios no están ahí para ver si nosotros somos lo suficientemente fuertes como para vivir conforme a ellos – fueron dados porque Dios sabe que son lo mejor para nosotros-.

Los principios de Dios acerca de las finanzas no son un conjunto de reglamentos arbitrarios mediante los cuales gobernamos. Estos representan la sabiduría de un Padre amante para aquellos que le oyen y confían en Él.

Nosotros hemos constituido una sociedad afluente basada en la arena movediza de una deuda futura. Todo lo que tenemos está en peligro de ser barrido por cualquier crisis financiera, aun relativamente pequeña. No será así con aquellos que observan y obedecen la sabiduría financiera de Dios; ésta edifica para que perdure, no para impresionar a otros.

¿Por qué Cristo enseñó acerca de las finanzas?

Muchos cristianos se sorprenden al descubrir que aproximadamente dos tercios de las parábolas que Cristo usó al enseñar tienen que ver específicamente con las finanzas.

La razón para esto es muy simple:

Él escogió un asunto con el cual casi todo el mundo está identificado.

Cristo nunca dijo que el dinero o las cosas materiales fueran problemas. Él sencillamente dijo que éstos eran síntomas de problemas reales. Él constantemente nos advirtió que guardáramos nuestros corazones de la avaricia, la codicia, el egoísmo y el orgullo, porque esas son las herramientas que usa Satanás para controlar y manipular este mundo.

By Sigueme.net

No hay comentarios: